Besar el Rostro de Dios

...Las cosas profundas de Dios, llaman a cosas profundas de nosotros, debemos anhelar a Dios como Él nos anhela. (Salmos 27:4-8).

¿Cual es tu mayor deseo? ¿Cual es el mayor anhelo de tu corazón? ¿Que es lo que realmente te apasiona?...Nuestras relaciones y propósitos se deben centrar en lo eterno, todo lo que hagas debe ser pensado en la eternidad.

David anhelaba y esperaba, David iba a la casa de Dios para contemplar su hermosura, David no tuvo una experiencia sobrenatural como Moisés, Saulo, Isaías, sin embargo decidió contemplar a diario la hermosura de Dios, El corazón de David buscaba a Dios, lo anhelaba apasionadamente e insaciablemente.

"Anhela mi alma y aún ardientemente desea los atrios de Jehová, mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo"(Salmos 84)

...El fin siempre debe ser conocer al Espíritu Santo y no buscar sus beneficios solamente. Dios permite que pasemos el desierto para que lo anhelemos con desesperación.

La llegada de la Gloria de Dios a nuestra vida, siempre exige cambios, puesto que su Gloria deja al descubierto ciertos aspectos de nuestra vida que han estado impidiendo que le adoremos. Mientras uno adora a Dios surge guerra, porque el enemigo detesta que adoremos, porque sabe que si adoramos se producirán cambios en nuestra vida.

Dios quiere que nuestra vida entera se convierta en una adoración dirigida hacia Él, debemos entender que la adoración no es un momento que uno aparta, es la vida misma consumida en el amor apasionado por Dios, es besar continuamente el rostro de Dios, es vivir cada momento cotidiano como una adoración agradable, es consagrarnos diariamente.

Para el hombre natural la adoración es algo que el hace, no algo que el ES, el hombre espiritual es quien se somete por completo al Espíritu Santo y cuya vida es adoración.

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